martes, 6 de noviembre de 2018

EL PERÍODO DE ADAPTACIÓN


Buenos días familias!!!
Aunque hemos hablado en numerosas ocasiones y seguimos viviendo de forma cada vez más positiva el PERÍODO DE ADAPTACIÓN de vuestros hijos, la vuestra  y como no podía ser de otro modo también la de las educadoras, quiero dedicarle esta entrada para que podáis tener más información sobre este período tan importante para todos.
¿Por qué el período de adaptación conlleva ciertas dificultades para los niños?
  • Asistir a la escuela no surge de la  iniciativa del niño.
  • Se produce una ruptura con la figura de apego.
  • La educadora es una persona extraña que se convierte en  cómplice del abandono.
  • El espacio es cerrado, difícil de investigar.
  • El encuentro con otros niños, en estas condiciones, es fuente frecuente de conflictos.
  • El tiempo de separación tiene una duración prolongada y sistemática
  • Deja de ser el centro de atención para los adultos cercanos.

El tiempo de adaptación no es el mismo para todos los niños, por lo que debemos aceptar y respetar los ritmos personales y no añadir a ese período dificultades debidas a la aceleración o  la prisa… que como sabéis no es buena compañera.
En nuestro aula este período se ha desarrollado sin conflictos, aunque la mayoría de vuestros hij@s han pasado por una “FASE DE PROTESTA”, reaccionando de diferentes formas como: llantos, ansiedad ante la separación, inseguridad, negación ante los cuidados de las educadoras, trastornos de la alimentación y del sueño, etc.
La función de los padres y educadores resulta fundamental en este período; pero realmente son ellos los que tienen que superar los cambios que acontecen, deben ir conquistando la nueva situación, independizándose de la figura de apego. Hemos contemplado la necesidad de realizar reuniones y entrevistas con vosotros, informando de la importancia de vuestra función en este proceso, pues la actitud de los niños viene determinada, en gran parte, por la manera en la que vivís la separación.
Así como nuestra actitud ha sido de disponibilidad hacia los niños, mostrando comprensión, consuelo y cariño, adaptándonos a sus necesidades y demandas.




Actualmente los niños están interiorizando las rutinas que les proporcionan seguridad y a ir teniendo una “noción” del tiempo, ya que están aprendiendo a anticipar lo que va a suceder después.




Y aunque no se puede olvidar que el proceso de adaptación a la escuela no es lineal ni progresivo ya que depende de los acontecimientos que se vayan produciendo en la vida del niño, se pueden señalar, de manera general una serie de indicadores que ponen de manifiesto la adaptación vuestros hijos a la escuela:
  • Se relacionan entre ellos y con la educadora.
  • Abandono de lloros, enfados o de aislamiento.
  • No esperan a sus figuras de apego con ansiedad.
  • Utilizan todo el espacio del aula.
  • Asimila la presencia de las figuras de apego en la escuela, sin un reclamo constante de un acercamiento físico.
  • Presenta conductas de deseo de ir a la escuela.



En suma, el proceso de adaptación a la escuela es un período inevitablemente conflictivo, pero a la vez productivamente conflictivo, siendo básico para la socialización del niño.
Un abrazo,

Noelia Galán

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